Bienvenidos sobre mi sitio web, una plataforma para descubrir mis obras.

Comencemos con un toque de humor: ¡caí en la creación cuando era un niño, como Obelix se cayó en la poción mágica! El resto es historia...

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Soy el hijo de un rotulista emérito, quien era especializado en la creación y producción de rótulos de tiendas y decoración de vehículos publicitarios. Junto a eso, lo que más me atraía y motivaba, fueron los posters de cinema que mi padre pintaba a mano, dos o tres horas cada semana : imágenes o paisajes de cada película, con sus héroes en cabeza; actores o actrices de la época.

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Pronto, disfrute de pasar la mayoría de mis jueves y de mis vacaciones en su estudio, convirtiéndome en un ‘aprendiz’. Así, poco a poco aprendí a manejar brochas, rodillos y otras pistolas de pintura; pintar los fondos de los paneles, y luego dibujar o pintar letras sobre ellos.

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En mi adolescencia, empecé a trabajar con mi padre a tiempo completo. Nuestra profesión, mayormente manual en la época, fue dirigiéndose poco a poco a la serigrafia. Estábamos especializados en la creación y producción de carteles publicitarios de gran formato; desde el modelo propuesto a los clientes -producido con una pluma de línea y gouache-, pasando por la preparación de las planchas (todavía manual en ese momento) hasta la impresión.
Nuestra empresa familiar y humilde, ‘Sérigraphie Carpentier’, se expandió entonces rápidamente, se mecanizó en pocos años, hasta multiplicarse en tres sitios. Allí pase 40 años de mi vida. ¡Toda mi vida profesional en resumen! ¡Todo esto, sin olvidar

nunca los fundamentos, como decimos al rugby !

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Luego, continue de crear por el placer, como una afición o para mejorar mis habilidades; la mayoría del tiempo con acuarelas, también experimentado otras técnicas, dibujando retratos o caricaturas, pintando recuerdos de vacaciones, la casa de un amigo o el mar, sentado tranquilamente en una playa...

Una vez jubilado, tenía el dedo metido en el engranaje. De unos lienzos pintados para ofrecer a mi familia o responder a la solicitud de unos amigos, llegó mi primera exposición colectiva con otros artistas, en un centro social de Mérignac (cerca de

Burdeos, Francia). ¡Y luego, otra...!

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En el transcurso de maravillosos encuentros, por fin tuve el placer de montar mi primera exposición individual.

Desde entonces, las brochas y las espátulas no pararon de transcurrir el lienzo, las exposiciones temporales se sucedan, y tengo la suerte de tener un lugar de exposición permanente en Burdeos.